Lilian Magdalena López: “El gran desafío es que la familia acompañe a la escuela”.

“Como directora del Colegio Secundario N°65 he podido ver de cerca las realidades de nuestros estudiantes y también las falencias que debemos trabajar. A nivel medio, tanto en la zona como en la provincia, tenemos un rendimiento muy flojo en matemática. Ese es un punto en el que debemos mejorar, y lo haremos a través de capacitaciones y del trabajo conjunto con los equipos directivos.

También noto que algunas escuelas no cumplen con cuestiones básicas, como el inicio ordenado del ciclo lectivo o la organización de las cooperadoras. Las cooperadoras deben funcionar con legalidad, como lo pide el gobierno, constituidas como personas jurídicas. Pero más allá de lo administrativo, lo que más me preocupa es que muchos padres no acompañan a sus hijos. Eso repercute en problemas graves como el bullying, que afecta directamente a la vida escolar y social de nuestros alumnos.

Estoy convencida de que todo parte de la familia. Si la familia acompaña a la escuela, la escuela avanza; de lo contrario, los docentes y directivos quedan trabajando en soledad, cargando con responsabilidades que deberían compartirse. Con mis casi 40 años en educación he visto cómo la familia se ha desmembrado: chicos en la calle, alumnos con celulares que se usan sin control, y padres ausentes. Eso trae consecuencias.

Por eso valoro la implementación reciente del servicio de salud mental en nuestra institución. Una profesional trabaja en prevención de suicidio, bullying y adicciones. Me parece una medida fundamental para cuidar a nuestros jóvenes. Aunque en nuestro colegio no hemos tenido casos visibles de drogadicción, sí lo viví en otras escuelas y sé lo destructivo que puede ser para los chicos y sus familias.

Quiero hacer un llamado a los padres: que acompañen a sus hijos, que se involucren en la cooperadora, que hablen con ellos. Se está perdiendo la comunicación en el hogar y eso lo vemos reflejado en la escuela. Antes existía ese diálogo con nuestros padres; hoy muchas veces el celular ocupa ese lugar.

En el Secundario 65 logramos construir un clima tranquilo y ordenado, donde los padres participan en instancias de diálogo con docentes y alumnos. Espero que esa línea continúe, porque es la base para que nuestros estudiantes tengan un mejor presente y futuro.”