La compañía jujeña inició la cosecha anual de caña de azúcar, con la expectativa de igualar la producción del año pasado y con inversiones por US$ 31 millones.
Ledesma inició su cosecha anual de caña de azúcar, materia prima con la que produce azúcar, alcohol, papel, bioetanol, productos electrolíticos y energía renovable.
Este año, luego de una intensa sequía durante la primavera, y lluvias desparejas e insuficientes en el verano, Ledesma espera una producción de azúcar similar a la de 2022. Para atenuar los efectos de la sequía, Ledesma implementó con éxito un operativo de riego adicional en todas sus fincas, desde septiembre hasta enero.
De cara a la nueva zafra, Ledesma está haciendo inversiones por US$15 millones en el manejo agrícola. Esto incluye US$6 millones en maquinaria pesada, US$3,8 millones en un nuevo sistema de riego por energía potencial, US$5 millones en programas de plantación y US$800.000 en defensas y tomas de agua.
A estos US$15 millones se agregan otros US$16 millones en la fábrica de azúcar, que incluyen recambio de máquinas, mantenimiento de equipos y plantas, equipamiento de seguridad e implementación de nuevas tecnologías, además de los salarios para los trabajadores que se emplean en todo este recambio durante el receso interzafra.
El sector azucarero es la principal economía del Noroeste argentino. Abarca 6 mil cañeros independientes y 20 ingenios azucareros en Tucumán, Salta y Jujuy. Ledesma participa en el sector con el 17 por ciento de la producción, de la cual alrededor de un 90% se origina en caña propia y el resto en cañeros independientes.
115 aniversario de Ledesma
El inicio de la zafra se da unos días después del 115 aniversario de la fundación de Ledesma, que tuvo lugar el 7 de mayo de 1908. En aquella época, crear en las yungas jujeñas un ingenio azucarero desarrollado a escala industrial de vanguardia era casi una epopeya. Había que transportar a esa región maquinaria pesada, importada en su gran mayoría de Europa, además de instalar profesionales que en aquella Argentina todavía escaseaban y más para una zona alejada de los grandes centros educativos.
A ese estado inicial de cosas se le sumaba la necesidad de generar servicios adecuados para los profesionales, dar casas a sus familias, construir centros de salud, organizar la provisión de comida donde no la había, y fundamentalmente generar la producción necesaria para sostener ese proyecto.
Ledesma siempre tuvo una historia de innovación. Por dar un ejemplo, ya en 1926 un empleado de la compañía investigaba cómo fabricar combustible a partir del alcohol de caña de azúcar, un antecedente inmediato del bioetanol que hoy produce la empresa. Este deseo de superación hizo que Ledesma se fuera transformando en lo que es hoy.
En la actualidad, Ledesma está avanzando con nuevas innovaciones que estarán presentes en la vida de los argentinos, como el resto de sus productos: ya inició la construcción de una planta en la que producirá pulpa termomoldeada, con la que fabricará vajilla descartable para alimentos, que serán biodegradables y fabricados puramente con caña de azúcar. Además, la empresa jujeña continúa desarrollando una línea de investigación en la producción de bioplásticos de caña de azúcar, que posibilitarían reemplazar otros materiales plásticos.
Desde aquellos visionarios que en 1908 creyeron en la Argentina y en Jujuy, y crearon fábricas, casas, escuelas y hospitales, hasta el Directorio actual que contiene a la cuarta y quinta generación de la familia fundadora, Ledesma sigue trabajando para ser el orgullo de la agroindustria argentina y estar presente cada día en la vida de los argentinos, con innovación, empleo e inversión.
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