Jóvenes en recuperación del consumo predican esperanza en las calles de Libertador

Integrantes del Centro de Rehabilitación de Tartagal comparten su testimonio de vida y fe, llevando un mensaje de esperanza a otros jóvenes en situación de riesgo.

Benjamín Ortiz, de 23 años, es oriundo de Libertador General San Martín y lleva un año internado en el Centro de Rehabilitación de Tartagal. Junto a otros jóvenes provenientes de distintos lugares como Orán, Jujuy capital, Ledesma y Buenos Aires, recorre las calles con un solo objetivo: evangelizar y compartir su experiencia de transformación.

"Estoy recuperando mi vida después de once años de drogas y cosas malas. Le pedía a Dios entre lágrimas que me cambiara o me llevara. Me cansé de ver sufrir a mi mamá, a mi familia por mi… Hoy puedo decir que soy una nueva criatura, de los pies a la cabeza", relata Benjamín con emoción. Para él, cada día representa una batalla ganada: “Nos mantenemos con el esfuerzo de cada uno. Somos hijos de Dios, y Él nos provee día a día su palabra. Estoy orgulloso de haber tomado la decisión de seguir a Cristo”.

Junto a él, Rubén también brinda su testimonio. Asegura que cayó en el consumo buscando una salida al dolor, pero estaba equivocado. “No sabía lo que era la palabra de Dios. Un día, como muchos chicos, encontré un folleto y me acerqué al lugar. Los pastores me ayudaron muchísimo. Les digo ‘padres’ porque no tengo el apoyo de mi familia. Gracias a Dios y a ellos, salí de todo lo malo”, cuenta con gratitud.

Rubén destaca que muchos jóvenes llegan al centro sin rumbo, sin dirección, y con pensamientos suicidas. Por eso, este grupo de evangelizadores recorre los barrios para dar una palabra de aliento y mostrar que hay otro camino posible. “Aquí les damos un motivo y una oportunidad para seguir adelante”, afirma.